24 agosto 2005
Había estado trabajando en el aparato volador, después de haber realizado varias artefactos , esta la última cruzaba el gran plaza aterrizando elegantemente como un ave a un costado de la fuente. Sabía que con la mecánica adecuada y el peso indicado se mantendría en el aire y lograría desplazarse a mi antojo.
Esa noche soñé que la maquina estaba lista i podría volar por fin. La subimos en uno de los techos mas altos de Florencia el viento que soplaba era el ideal. Desde la altura de los techos del Duomo fueron el mejor impulso.
Al volar todo los materiales madera lianas crujían como fueran a reventar junto con mi corazón por la emoción, cruzamos Florencia campos ríos, hasta el atardecer esa noche dormí pleno de satisfacción.
Me despertó la azafata con el desayuno dándome indicaciones que en mediadora mas aterrizábamos en Florencia.
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