23 noviembre 2005

PEREZ PRADO, MAMBO PARA EL MUNDO

Por Pablo Dintrans

En el puerto de Matanzas, en Cuba nació un 11 de diciembre de 1916, uno de los genios de la música afroamericana, Dámaso Pérez Prado, el proclamado “Rey del Mambo”


El mambo es un ritmo que aún permanece vigente en el tiempo. Su monarca no es su creador. Los orígenes del mambo los narra de manera muy clara el pianista Bebo Valdés: “yo tocaba mambo en 1937. El tiempo en que Prado se hizo famoso en México fue el 47, 48. Él era un buen arreglador, éramos tres, René Hernández, él y yo. El mambo es la tercera parte de un danzón. Y lo hizo Cachao (Israel López. Pérez Prado fue quien lo internacionalizó, lo que no significa que lo inventó”.

El mambo surge del trabajo musical de los hermanos Israel “Cachao” López y Orestes quienes eran parte de la orquesta de tipo charanga llamada “Maravillas de Arcaño”. Mambo se llamaba un danzón que crearon en 1938.

Dámaso Pérez Prado comenzó sus estudios musicales en piano con su maestro Rafael Somavilla y sus primeros trabajos fueron en una orquesta de tipo charanga. En 1942 se trasladó a La Habana e ingresó a la orquesta del Cabaret Pensylvania, de la playa de Marinao. Participó también en las agrupaciones Cubaney de Pilderó y la de la estación de radio CMQ.

Fue en 1950 cuando Pérez Prado forma su gran orquesta. Entre las innovaciones que aporta a la música latina fue la incorporación de instrumentos de jazz al danzón como los vientos dinámicos y una batería. Luego de trabajar con Benny Moré se dedica específicamente a la música instrumental, a la cual agrega evocativos coros cantados por miembros de su orquesta.

Su primer éxito fue “Rico Mambo”, luego le siguieron números clásicos como: “Mambo Nº 5”, “Caballo Negro”, “El Ruletero”, “Mambo en Sax”, “Mambo Nº8” y “Patricia”. Con estos temas conquista el corazón de América Latina, Estados Unidos y Europa.

La obra musical del Rey del mambo consta de canciones bailables, ráfagas momentáneas de agudos bronces, bongos ajetreados y fantasmales órganos. Sus irresistibles ritmos eran acompañados por cantos de gran empuje y humor, puntuados por gritos y gruñidos de varios miembros de la banda.

En cuanto a sus referentes en lo que es jazz se destaca la influencia de Stan Kenton. También un gran aporte fue el contacto con la música norteña de México. La calidad de las grabaciones han permitido perpetuar la memoria del mambo a través del tiempo, sobre todo por sus registros de alta fidelidad en cámara de eco.

Helio Orovio, historiador de la música cubana define así la labor de Pérez Prado: “En sus arreglos destaca la percusión cubanísima, que da base a un contrapunto de saxofones acompañantes y trompetas que suben a tonalidades alarmantes, jugando con la armonía, la melodía y el ritmo, mientras los trombones rubrican las frases y del fondo sale la voz ronca del Rey del Mambo”.

Dámaso Pérez Prado murió en 1989 dejando una huella importante para la música si bien es cierto no fue el inventor del mambo, logró sintetizar el trabajo realizado por otros músicos de las orquestas de tipo charangas para luego proyectarlo por todo el mundo.

El mambo traspasó todas las fronteras se bailó a partir de los años 50´s en todo el planeta. Se ha estudiado en los principales conservatorios del mundo y permanece vivo en cada una de las fiestas familiares en Chile. ¿Quién no ha bailado o escuchado un mambo para el año nuevo o un matrimonio?. Es un ritmo universal cuyo eco es eterno.

22 noviembre 2005


HOMENAJE AL REY DEL MAMBO

Estación Aeropuerto presentará este martes 29 de noviembre a las 21 horas el homenaje al “Rey del Mambo”, Dámaso Pérez Prado en Sala Master.

En la ocasión tocará Raúl Gutiérrez y su Big Band Irazú quien interpretará los mambos clásicos de Dámaso Pérez Prado y algunos temas de la salsa dura de Eddie Palmieri.

Este concierto es parte de una serie de homenajes a las principales figuras de la música afroamericana. Estación Aeropuerto es un programa radial que se transmite de lunes a viernes en el 102.5 FM Radio Universidad de Chile y en todo el mundo en
www.radio.uchile.cl. Lo conduce y produce el periodista Pablo Dintrans.


La cita es en Miguel Claro 509, Providencia
Adhesión. $ 3.000 preventa y estudiantes. $ 4.000 día del concierto.
Más información en: 235 56 31


08 noviembre 2005


HOMENAJE A IBRAHIM FERRER EN SALA MASTER


El programa radial “Estación Aeropuerto” presentará este martes 15 de noviembre a las 21 horas, al Trío Cuba quienes rendirán homenaje al cantante Ibrahím Ferrer, en Sala Master.

En la oportunidad el Trío interpretará los mejores sones, boleros, guarachas y rumbas de Ibrahím Ferrer y de los músicos de Buena Vista Social Club.

Ibrahím Ferrer falleció el pasado 7 de agosto a los 78 años de edad., es un cantante que representa el espíritu del son cubano. El nació en San Luís, localidad del oriente cubano, donde surgió el bolero y el son. Perteneció al Conjunto Wilson, Orquesta Chepín Choven, Orquesta de Pacho Alonso y fue una de las voces destacadas de Buena Vista Social Club.




El concierto es parte un ciclo de homenajes que realiza Estación Aeropuerto a las grandes figuras de la música afroamericana. Estación Aeropuerto se transmite de lunes a viernes al mediodía en el 102.5 Universidad de Chile y en
www.radio.uchile.cl Es producido y conducido por el periodista Pablo Dintrans.

La cita es en Miguel Claro 509, a pasos de Eleodoro Yánez. Entradas a la venta desde el martes 7 de noviembre en la misma dirección.

Adhesión: $ 3.000
Más información en: 235 56 31

Los negros en América Latina
SIEMPRE POBRES, NUNCA TRISTES

Por Emmanuel Ganora


“Las caras lindas de mi raza prieta, tiene de llanto, de pena y dolor, son las verdades que la vida reta, pero que llevan dentro mucho amor”. Mucha razón tenía el compositor boricua Tite Curet Alonso, al concebir “Las Caras Lindas”, canción devenida himno de la negritud latinoamericana y que popularizara la voz acompasada del salsero Ismael Rivera.

Resulta que para conformar los actuales 30 por ciento del total de la población latinoamericana, tuvieron que salir de su continente madre, África, a fin de alimentar los bolsillos de los hacendados en las plantaciones e ingenios azucareros. Y abolida la esclavitud aún se encuentran en la base de la pirámide social con un 40 por ciento del total de la pobreza americana actual. Sólo un par de ejemplos: Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo -BID-, en Brasil el 52 por ciento de los afrodescendientes no tiene acceso a servicios sanitarios adecuados, y en Colombia 8 de cada 10 negros vive en la extrema pobreza.

Es así como durante toda la historia de América Latina, los afrodescendientes han sido los más vulnerables en cuanto a pobreza y exclusión social. Sea en las favelas brasileras o en los boulevares del caribe, los latinos de raza negra han conocido el hambre, el desempleo las carencias higiénicas, sin contar los problemas de discriminación racial con que algunos tratan de minimizar la dignidad humana por el color de piel.

Pero por una extraña razón, los negros deben ser una de las razas más alegre y festiva que conozca la humanidad. Al escuchar el percutir de los tambores, los negros son los primeros en bailar y cantar samba, son, merengue o cumbia. Lo hacen a pesar de las carencias, tal vez porque el negro tiene un desapego a lo material o por simple evasión de la miseria. Lo cierto es que no bien suena el bongó, las tumbadoras, o el repique de las batucadas, la gente ébano son los primeros en dejar sus quehaceres y dar un par de pasos con desinhibición y candencia.

Así lo hemos visto en Chile. Al interior de las salsotecas o en las batucadas callejeras no falta el negro que comienza a contagiar su regocijo a un tímido chileno. Un país que agradece la creciente inmigración afrolatina; si bien Chile pasa por un relativo bienestar económico, según los recientes estudios de la Organización Mundial de la Salud. encabezamos los índices depresión y suicidios.
Deberíamos aprender a los negros a ser felices con poco y nada. Porque mucha razón tenía Tite Curet Alonso en su canción “Las Caras Lindas”: “tienen su ritmo, tienen melodíalas caras lindas de mi gente negra”. Así lo saben quienes han participado en las capoeiras o en los talleres de salsa, en su mayoría impartidos por afrodescendientes brasileros, cubanos, entre otras candentes negruras.

02 noviembre 2005


Tito Puente: Maestro de Maestros
por Pablo Dintrans.

Tito Puente fue un músico íntegro que aportó en diferentes áreas al desarrollo de la música afroamericana ya sea como: director, compositor y arreglista. Como percusionista se le ha considerado como maestro de muchos. Esta noche en Sala Master la orquesta Irazú le rinde un merecido homenaje.
Pasarán los años y su música seguirá sonando como siempre. Su sonido nutrido de lo mejor del folclore puertorriqueño, el swing del jazz afroestadounidense y el sabor de la percusión cubana le ha permitido romper fronteras culturales y generacionales.
Ernesto Antonio "Tito" Puente, nació el 20 de abril de 1923 en el hospital de Harlem, en Nueva York. Este músico logró plasmar en 119 discos toda su genialidad. Publicó más de 400 composiciones y ganó cinco premios "Grammy"
En 1935, él y su hermana Anna, fueron miembros de "Las Estrellas del Futuro", una organización artística de la comunidad puertorriqueña en Nueva York. Después de escuchar un solo por el pianista cubano, Anselmo Sacassas, Tito comenzó su educación musical en el piano.
Entre sus maestros se destacan Victoria Hernández, hermana del legendario compositor puertorriqueño Rafael Hernández, y Luis Varona de la orquesta de Machito quien más tarde tocó con la orquesta de Tito. Estudió tambores e idealizó a Gene Krupa. Más tarde, se instruyó en el saxofón alto y tuvo gran éxito en el vibráfono.
Puente comenzó a trabajar profesionalmente, con el pianista y director cubano José Curbelo en diciembre del 1939. Luego, tocó con Johnny Rodríguez, Anselmo Sacassas, y con el gran Noro Morales.
En 1941, cuando se reúne con el productor Federico Pagani para crear su Orquesta, da un crucial paso en su carrera. Entre sus principales referentes destacaron: Ubaldo Nieto que era el timbalero de Machito y Noro Morales.
Al año siguiente tocó con la orquesta de Machito, cuyo verdadero nombre era FranK Grillo. Machito se convirtió en su principal mentor musical. En ese lapso fue reclutado en la Marina y sirvió en la Segunda Guerra Mundial. Tocó saxofón y tambores con la banda del barco.
Al dejar la Marina en el 1945, retornó Nueva York a trabajar con José Curbello. Después inició sus estudios en la Escuela de Música Julliard. Allí estudió orquestación, dirección y teoría musical.
Al correr el año 1970, Carlos Santana retomó la música de Tito Puente con su versión de Oye Como Va y en el 1972, todo un éxito de ventas que lleva al público a confundir a su verdadero autor que es Puente.
Tito Puente amaba el baile, un accidente en bicicleta le impidió ingresar al mundo de la danza. Puente incursionó en el jazz y la salsa, destacándose principalmente en el mambo.
Su gran aporte a la música afrocubana fue la introducción del vibráfono y el timbal a la sección rítmica. Puente también tocó el conjunto de tambores e instrumentos de percusión, las tumbadoras el piano, la clave, el saxofón y el clarinete.
Tito Puente ha participado con bastante éxito en el jazz latino al frente de su propio ensamble e influyó, si bien indirectamente, en la creación del rock latino gracias a la utilización por parte de Carlos Santana de su pieza "Oye como va"