20 diciembre 2005


RON, TABACO Y SON
por Blanca Beltrán Cuevas
Lo sabía. Sabía que no sólo no sabía bailar ese ritmo endemoniadamente contagioso y descoyuntador que tocaban en ese local para justificarle el nombre, sino que, horror de horrores, tampoco sabía beber.

Lo miró tambalearse rumbo a la salida y se preguntó qué podría estar haciendo en ese lugar, si no pensaba bailar, ni cumplía ni un puto requisito. Le dio pena, incluso. Pero la noche era ya madura, y lo olvidó mientras se meneaba al ritmo de los timbales, envuelta en la cadencia de una voz lejana, muerta hace tiempo.

"¿Esto es un son?"

Escuchó que le preguntaba alguien, camino a la barra, de medio lado, en un torrente de alcohol de caña mezclado con el fragante olor de la hierbabuena. Lo miró a los ojos, y le dijo "Sí, claro", sorprendida de volver a verlo con vida.

"Y ¿lo bailamos?" le dijo, tendiendo sus manos hacia ella. Lo pensó, pero en relidad lo quería desde hace rato, así que se rindió una vez más ante el goce de ese ritmo que se desarrollaba en sus propias venas, y comprendió que él no era cubano ni lo sería nunca, pero que, chileno y todo, lo bailaba con un deje de pachorra difícil de conseguir para bailar con cubana.

Al quinto baile le dijo por fin cómo la había buscado por todos los locales de bellavista, por semanas, hasta encontrarla. "Sólo te sabía cubana" le dijo. Eso le dijo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Amigo:
Hoy venía en el auto a la mitad del día y he escuchado tu programa.
No sabía que tenias este blog, y cuando lo visité , créeme que me he emocionado viendo como se aprecia de una manera distinta la música de mi país, y toda la música afrolatína, la que por suerte tiene una amalgama de rítmos y culturas tan trascendentes para el quehacer musical actual, que se nota la aceptación del público, y no solo para bailar, tambien para aprender a vivir de una manera distinta y mas "SABROSA", pues eso lleva consigo la Salsa, el Merengue, La Cúmbia, el Son, el Guaguancó, la Guajira, etc.
Es bueno lo que hacen y ojalá perdure.
Un abrazo grande
Alejandro Malde