30 septiembre 2005


The Great Voices of Gospel: Duke Ellington, que estás en los cielos...
Por: Iñigo Díaz


En estas mismas páginas, en marzo fue publicado un artículo con un título similar. Sólo que el nombre se reemplazaba por el de Charlie Parker. Bird al jazz moderno lo que Duke Ellington al jazz clásico: Nadie está por encima de ambos. Pero cuando Parker piensa en la mecánica de su saxofón alto, Ellington medita en filas de saxofones, trompetas y trombones. Cuando Parker se relaciona en quintetos, Ellington habla en lenguas a través de big bands de dimensiones enormes. Cuando Parker prefiere los clubes malolientes, Ellington estrena obras en catedrales.Parte de sus históricos "conciertos sagrados" llegaron por primera vez a Chile a cargo de uno de los más fuertes coros afroamericanos de base en Harlem: The Great Voices of Gospel, bajo las órdenes del tenor Gregory Hopkins. Catorce voces sin contar la del director, quien conduce "a la Ellington" desde el piano y también se levanta para ofrecer al cielo versos como "Dios es mi guía y mi dirección": Hay tenores que parecen diplomáticos, barítonos de cabellera afro, contraltos de envergaduras impresionantes, sopranos y mezzosopranos que podrían haber salido de los años 50. Mientras un solista canta frente de la Universal Orchestra, en el coro hay elementos que aún se mantienen rezando.Un misterio revelado, por fin. ¿Cómo suena la música religiosa de un compositor que no sigue a Bach sino a sus propios impulsos de fe? "The majesty of God", "In the beginning, God" o "Praise, God and dance", son plegarias al amor supremo, pero además son canciones tremendamente populares. Una fiesta con el ritmo de las ciudades y la piel de color. Como en este último pasaje, donde la solista suelta sus cabellos, levanta al público con insinuaciones y practica una danza de serpiente. Luego, invita a bailar a uno de sus compañeros en medio de una hecatombe de pulsos tribales. Ambos compiten entre quién hace estallar primero la lámpara de lágrimas del teatro con una nota agudísima. Todo es real. Y eso que, se supone, estamos en una iglesia.Lo único que "molesta" de este asunto esto es, finalmente, música de cada domingo en Harlem. Y aquí aparece como un espectáculo enorme y exótico. Entonces uno está en todo el derecho de pensar que las canciones que se conocen en las misas de este país, o del que sea, son pálidas y tibias. Toda la noche se disparan frases en el slang original y fondos swing como "Necesito tu poder", "Dios bendiga a los niños", "¡Aleluya!", "¡Oh, sí!". Una fiesta completa. Entonces, a la salida en el foller, alguien opina: "Así da gusto ir a misa".

Omara Portuondo
La gira mundial de su último disco es la responsable de traer a suelos chilenos a la voz femenina de Buena Vista Social Club: Omara Portuondo. La cantante cubana interpretará junto a una banda de doce músicos, entre los que se encuentran saxofonistas, trompetistas, percusionistas y violinistas, el repertorio de "Flor de Amor" (2004), su nuevo trabajo musical. De 74 años, la llamada "Edith Piaf" de Cuba ha emocionado a audiencias de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su innegable talento vocal tuvo que esperar para obtener reconocimiento internacional hasta 1997, año en que el colectivo de vieja trova cubana ganó el Grammy. El encuentro casual entre Ry Cooder y Omara Portuondo, en 1996, fue lo que permitió que "la novia del feeling" –como también es conocida- se convirtiera en una de las voces más destacadas de la escena musical isleña: fue invitada por el músico norteamericano a cantar el bolero "Veinte el Años" con Compay Segundo, ocasión en la que fue vista por Nick Gold, el productor británico de Buena Vista Social Club. Así se convirtió en integrante estable del grupo, formó parte de las legendarias presentaciones en Amsterdam y en Carnegie Hall de Nueva York y su registro vocal apareció en el álbum Buena Vista que el club social presenta... Ibrahim Ferrer. Luego vendría Buena Vista Social Club presenta... Omara Portuondo, el tercer lanzamiento de la serie y que finalmente coloca su expresivo registro vocal en el centro del escenario donde le corresponde.

09 septiembre 2005







CHUCHO VALDÉS EN FOTOS
La fotógrafa Natalia Dintrans Gatica nos envió una interesante secuencia fotográfica que registra los momentos estelares del concierto del pianista cubano Chucho Valdés con su Cuarteto, el jueves 8 de septiembre en el Centro de Eventos San Carlos de Apoquindo.



LA TRIBU SE LUCIÓ EN SALA MASTER
La noche del miércoles 7 de octubre estuvo cargada de la mejor rumba con "La Tribu" en la Sala Master.
En el concierto se estrenaron nuevos temas como las versiones de "La Jardinera" ,de Violeta Parra" y "Cariño Malo", de Agusto Polo Campos.
También interpretaron temas en memoria al cantante puertorriqueño Ismael Rivera, al Gran Combo de Puerto Rico, Grupo Niche de Colombia y a la Charanga Habanera de Cuba.
La Tribu es una gran promesa con 9 músicos y se nutren de dos vertients por un lado "la vieja escuela de la salsa conciente y por otro la nueva camada de músicos jóvenes que cultivan el jazz latino.

08 septiembre 2005

(Víctor Mandujano, Pablo Dintrans y Chucho Valdés)

Chucho Valdés: "Soy un alumno indirecto de Claudio Arrau"

Por Víctor Mandujano, El Mercurio (jueves 8 septiembre)

El artista es uno de los mejores improvisadores del mundo. El virtuoso pianista ofrece esta noche, junto a un cuarteto, un único concierto en San Carlos de Apoquindo.

Gigante por su altura (como su padre, Bebo) y por su genialidad en el teclado, Chucho Valdés (63) se apresta a ofrecer hoy, a las 21:00 horas, en el Centro de Eventos San Carlos de Apoquindo, un único concierto en el país a la cabeza de un cuarteto que además integra al contrabajista Lázaro Rivera, al baterista Enrique Plá, el tumbador Giaroldi Abreu y su hermana, Mayra Caridad, como vocalista. Incluirá, por cierto, temas de su última producción "New Conceptions", editado en Chile por el sello Blue Note y Premio Grammy 2004.

"Será una retrospectiva de los seis primeros álbumes que he hecho para Blue Note -comenta- y una selección de las mejores obras de un álbum que está en preparación. Aunque Mayra cantará algunos boleros, el formato esencial será el de Latin Jazz".

-Se dice que tiene interés en preparar alguno de los conciertos que tocó Claudio Arrau..."Soy un alumno indirecto de Claudio Arrau, porque una de mis primeras profesoras de piano, Rosario Franco, fue discípula del maestro chileno. Si me preguntan por un concierto, digo el tercero de Rachmaninov. Tengo versiones de Arrau y del propio compositor. Lo toco para mí, pero podría grabarlo. Es más, estoy preparando un disco que se llamará 'Chucho Sinfónico', donde incluiré Nanu, Canción a Dios, y Mercurio, entre otros".

-¿Qué tipo de música hace en la actualidad?

"Afro Cuban Jazz es el verdadero nombre de este género y su nacimiento se produce por músicos cubanos que trabajan el folclore africano, como Mario Bauzá, Machito y Chano Pozo, que se unió con Dizzy Gillespie poniéndole sabor afrocubano a la música afroamericana. Ambas parten de la misma raíz. Para hacerla extensiva a otros lugares del Caribe se le puso Latin Jazz, que en el fondo es una etiqueta comercial. Uno de los trabajos más profundos que he hecho en ese sentido es la 'Misa Negra', donde incluso se incorporan instrumentos ceremoniales de Cuba, como los tambores batá. Fue un experimento que realizamos con Irakere y tuvo mucho éxito. Allí mezclamos armonías del jazz y música cubana. Hay un antes y después de Irakere y es el punto de partida para el reconocimiento de muchas de sus individualidades que luego formaron sus propios grupos (Arturo Sandoval y Paquito D'Rivera, entre otros)".

-Llama la atención el uso de la batería en la música de Irakere y en la que Ud. realiza hoy...

"Esto viene de mucho antes, con Chico O'Farrill, el más grande de los arreglistas cubanos. Él siempre usó la batería, pero nosotros invertimos el concepto: pusimos a Plá a estudiar los toques de los batá para llevar la rítmica de la música afrocubana a la batería, y a la vez hacerlos sonar en combinación. La batería es un instrumento que tiene muchos recursos y posibilidades. Lo que hicimos fue utilizarla. Hace años (1972), grabé el disco 'Jazz batá', donde no hay batería: piano, un bajo y tambores batá (que son tres). Eso fue un año antes de Irakere".

-Asombra el uso de su mano izquierda...

"Al mismo tiempo que acompaña, es una mano que puede cantar. Un clásico es el concierto para la mano izquierda, de Ravel. Esa partitura parece que hubiera sido escrita para las dos manos. Un día me dije, por qué no acompañar con la mano derecha y cantar con la izquierda, y aplico ese trabajo en algunas de mis obras. En jazz, Art Tatum lo hacen espléndidamente. Es la mejor mano izquierda que he conocido".

-¿Qué papel tuvo su padre en su formación?"

Ciento por cierto. Tengo el privilegio de ser el hijo de Bebo. Mi casa fue un centro musical. Según mi padre, yo tocaba piano a los tres años. Una vez le interpreté la 'Malagueña' a Ernesto Lecuona, sin saber quién era ese señor. Estudié el piano popular con mi papá y piano clásico, teoría y solfeo con Óscar Bouffartique, porque no tenía edad para entrar al conservatorio".-

¿Los arreglos para este concierto le pertenecen?

"Todos, y una parte de las composiciones".

LOS GRAMMY IRAKERE (1978), Havana (1986), Live at the Village Vanguard (2001), Canciones inéditas (2002) y New Conceptions (2004).


SORPRESAS, LA HISTORIA DE PEDRO NAVAJA (CAPITULO 3)
La Emboscada
Aquel día Pedro estaba nervioso miraba en diferentes direcciones. Ella debía tener una apariencia llamativa, vestiría una ajustada falda roja.La policía reforzó las rondas policiales en el barrio. Las sirenas se sucedían cada 15 minutos.Pedro trataba de disimular su andar cadencioso y pausado. Su corazón se aceleraba cuando aparecían los autos de Juanito Alimaña.Existen diferentes versiones de este día.
La primera hipótesis presume que el encuentro entre Pedro y Josefina iba a definir un pacto de amor. Ella debía advertirle que se marchara del barrio. La segunda versión señala que Juanito Alimaña al enterarse de una traición planearía una emboscada para poner fin a la vida del extraño que piropeaba a su novia.Cabe señalar que estos testimonios fueron muy escasos.
En un primer momento nadie dijo nada en el vecindario. Las represalias eran pan de cada día. Cada versión fue entregada en el más estricto anonimato.“Hay que borrarlo del mapa sin dejar huella” fue la orden de Alimaña, mientras se deslizaba en su carro descapotable, custodiado por su ejército personal. Avisé al primo, la pista está despejada.
Pedro en la espera se preguntaba así mismo-“Parece que estoy salao. Me quieren fajar en papel periódico. Esa muchacha es mía. Ando con toos los hierros. Debo saltar el río o me comen las pirañas.”-
Josefina: vuela de aquí Pedrito, estás en una vaina….el jefe está enojao no puedo llamarte ni hacerte señas-
Juanito Alimaña: El mono caerá en su jaula. Muchachos quiero rapidez, mucho plomo y silenciadores, al chismerío le cortan la lengua…
-Pedro: Estos chingones creen que saldrán con la suya, hay mucha rumba por vivir. Y las hembras…qué es la vida sin las hembras….
La Tarde Fatal
En aquella esquina no estaba Josefina, era un señuelo que imitaba todas las características de ella.Josefina estaba incomunicada. Nadie podía ser mensajero del cambio de planes.Pedro sabía que la cita era a esa hora y en ese lugar.El reloj marcaba las 6 de la tarde con 3 minutos.
El camión de la botillería descargaba la última caja de cervezas.Pedro divisaba vagamente a Josefina. Estaba a una distancia de unas 3 cuadras.En la esquina había una cabina telefónica.
El señuelo llamó en repetidas veces. Un borracho que circulaba por la acera de enfrente lanzó unos piropos indescifrable con su voz traposa.
La vecindad observaba desde las ventanas. Miradas sigilosas. Sombras en los ventanales eran la atmósfera de esa tarde fatal.El último carro patrulla hizo su ronda a las 6 de la tarde
El señuelo se ocultó en la botillería de enfrente.Pedro decidido emprendió el paso con el tumbao que llevan los guapos al caminar. Sentía un viento frío que le frotaba la espalda.
El barrio estaba transformado en un callejón fantasma.Un volvo gris con vidrios polarizados y una carrocería perfectamente blindada, custodiaba la escena en la cuadra, al noreste de la cabina telefónica.
Pedro caminaba a un tranco lento desde el sur. Dos tipos lo seguían desde atrás a unos diez metros de distancia.Pedro calculaba los minutos de la redada sorpresa que siempre se realizaba cuando el reloj marcaba las 6 treinta minutos.
Pedro palpó los bolsillos de su gabán, quitándole el seguro a su Smith and Wesson. Hacia el norte percibió la cabina y los tacones de Josefina y la corta falda roja que habían acordado.
Los dos tipos dejaron de seguirlo y aparentaron conversar. Sacaron unos puros y platicaron en voz alta, la calle era totalmente suya. Los hombres vigilaban cada una de las ventanas de los edificios que flanqueaban la avenida. Cuando giraban sus cabezas, automáticamente se iban cerrando las pequeñas aberturas de las cortinas.
Algunos vecinos más precavidos apagaban las luces para no delatar sus siluetas. Otros subían el volumen de los televisores para borrar lo que pasaba afuera.Todo se volvió raro cuando se acercaba a su chica. Notó que las cosas no marchaban bien. Pero con cautela se acercó al señuelo demostrando mucha efusividad y rapidez.
La chica corpulenta abrió su cartera y disparó erróneamente en la pierna izquierda de Pedro.Mareado por el calor de la bala y la transformación de su futura novia reaccionó con instinto y clavó su puñal en la parte baja de las costillas del impostor de peluca trigueña y falda roja.
El volvo gris aceleró velozmente al sitio, un pistolero apuntó a al pecho Pedro. Tres tiros certeros desplomaron al señuelo y a Pedro. En escasos segundos desapareció el auto y los vigilantes que observaban desde la retaguardia. Ya vendría la redada sorpresa.Los cuerpos yacían en posición fetal en la acera. Nadie salió a la avenida. La música, el sonido de los televisores rompieron con el silencio reinante….
Esta historia continuará….


CAPÍTULO 2: Sorpresas, La Historia de Pedro Navaja

" Bienvenido a Onírica"

La travesía terminó en una madrugada nublada, cuando las sirenas de diferentes barcos le anunciaban la llegada a Nueva Babilonia, capital de Onírica.

Con 19 años a cuestas y una vida por contar. Rapidez y astucia para burlar a los oficiales de inmigración. El palpitar acelerado, focos que esquivar, movimientos para camuflarse entre el personal de control del puerto. Sin nada que ofrecer y un mundo por conocer llegó a un sucucho que por poco dinero se transformó en su nuevo hogar.Rumba y gente por conocer serían los ingredientes de una nueva vida en la selva de cemento.

Edificios imponentes, construcciones que se elevaban a alturas que no había visto. Personas que hablaban idiomas diferentes. Carros, bocinas, sirenas. Siluetas que se deslizan en la penumbra. Faroles que alumbraban tímidamente las esquinas del barrio.Concreto por todas partes, tiñendo de gris cada uno de los rincones de la ciudad.

El Barrio

Historias por conocer, momentos por vivir y su presencia anónima abriéndose paso entre la multitud de personas que caminan velozmente para llegar a tiempo a las fábricas y las tiendas.

En la otra esquina muchachos que vigilaban los movimientos y rutinas policiales desde los balcones de los apartamentos.Las calles de barrio tenían límites invisibles y una misteriosa soberanía. Las reglas las dictaban diferentes pandillas.

Pedro caminaba de manera altanera por las calles, pero con un relativo temor pues sentía que no era su territorio.Su corazón vivía en un constante conflicto. Tenía una fuerte debilidad por las mujeres. Su múltiples aventuras le traían un número proporcional de problemas. Nunca pensaba que entre sus conquistas pudiese esconderse la novia de algún capo del barrio.Pedro nunca medía la ferocidad de quienes lo observaban en la penumbra del vecindario.

Todo parecía quieto y normal, mientras el sol asomaba sus rayos entre los diferentes bloques de apartamentos de Nueva Babilonia.Grifos abiertos, graffittis que ilustraban los rostros de los mártires del barrio o que describían idiomas indescifrables. Todo marchaba en aparente calma. Mientras los viejos jugaban dominó en mesas ubicadas en el centro de la avenida principal.

Las Reglas

El barrio tenía sus propias reglas. La música siempre estaba presente. Los carros o los autos debían desplazarse a baja velocidad y si eran foráneos debían pagar un impuesto por circular en los territorios de Juanito Alimaña.Para sobrevivir Pedro debía trabajar duro. Su primera ocupación fue repartir volantes de la pizzería de don Giussepe . Su trabajo duró cuatro días, pues enamoró a la hija única del dueño: la bella Sofía. Luego comenzó a cargar balones de gas en el negocio de Constantópulus. El trabajo no era lo suyo, lo suyo era estar en nada. Pese a ello repartió tacos y enchiladas para una cadena de comida rápida.

Fue despedido y contratado innumerables veces. Las fiestas y el tequila lo unían a su patrón que quebró pues sus pedidos no llegaban a la hora señalada.Los problemas de Pedro se iniciaron cuando metió sus narices en asuntos ajenos. Cuando por casualidad se encontró con Josefina. Una bella mujer trigueña que cayó en los encantos del verbo de Pedro. Muchacho que no perdió la oportunidad de seducir a una bella chica que se ganaba la vida en una tienda donde vendía café con una pequeña falda. Café con ron añejo el pedido mañanero de Pedro. A ella le encantaba escucharlo, gozaba con sus historias.

Esta historia continuará…….



SORPRESAS, LA HISTORIA DE PEDRO NAVAJA ( CAPITULO I)

Primeros pasos en Puerto Sur

La primera señal que nos remonta a la vida de Pedro Navaja es el testimonio de doña Gioconda.Esta señora lo conoció desde pequeño, tiempo en que Pedrito se deslizaba en su trineo rodante por los cerros de Puerto Sur. Era un niño inquieto y alegre. Su madre era bailarina de cabaret.

Su padre aparecía en las navidades de los años bisiestos. Marino Mercante, hombre rudo e inexpresivo.Doña Gioconda lo recuerda como un niño que vivía de la aventura. Con una espada de tabla y un escudo de cartón peleaba contra seres marinos imaginarios.Muchas veces tuvo que auxiliar al pequeño, pues se lesionaba constantemente en sus juegos infantiles. La madre de Pedro, luego de sus años de gloria como bailarina se dedicó a confeccionar las prendas de sus colegas más jóvenes.

La Partida

El Temperamento duro de Pedro se forjó en su adolescencia cuando decide iniciar un viaje en búsqueda de su Padre. El vaivén de su mirada y sus pasos que siempre van marcando con sutileza y rapidez su andar fueron su sello personal.Doña Gioconda tiene grabado en su memoria el día de su partida. Era en un triste atardecer del invierno del 66. Solo con su morral, su sombrero alón y un habano pegado a la comisura de sus labios. Nadie en el barrio se despidió de él.

Pegada a la baranda del muelle lloraba su madre desconsolada. En la lejanía se escuchaba el balbuceo de un par de muchachas que se disputaban la posesión del novio que las dejaba ancladas en el pasado.Partió rumbo a un destino desconocido. Los amigos, la plaza, las rumbas interminables quedaban en el recuerdo. Amores inconclusos quedaban plasmados en diferentes cerros de la Bahía de Puerto Sur.

Desde una ventanilla circular se despedía de las casas construidas sobre los cerros. En una bodega entre sacos y cajas se acomodaba para relajar el cuerpo. La travesía sería larga e incierta.Poco a poco las luces de la Bahía se volvían pequeñas y tintineaban en la lejanía. Pedro tomó su navaja para darle forma a trozos de madera que había en la parte baja de la embarcación. Una lámpara que se mecía al ondear de la marea impregnaba el ambiente de humo y parafina. Con paciencia transformaba la madera en pequeñas figuras para matar el tiempo.

Esta historia continuará…….

02 septiembre 2005


Las Raíces de la Música Afro en el Caribe (Parte 1)

Las primeras señales de la historia nos remontan al año 1518, cuando 4 mil africanos arribaron a las costas de "La Española" (Actual,República Dominicana y Haití), Cuba, Jamaica y Puerto Rico, ubicadas en el mar de las Antillas, puerta del nuevo continente: América.

Los hombres y mujeres esclavizados provenían de la costa occidental de África, de donde habían sido traídos por comerciantes portugueses, españoles y franceses, hasta 1873, fecha del último cargamento.

En total 9 y medio millones de esclavos fueron puestos a trabajar en la cosecha de café, azúcar, tabaco, algodón, arroz y en la minería.

Los esclavos provenían de tres zonas específicas:
1.- África Occidental, asentamiento de las étnias Yorubas de las cuales destacan: los ewues, ashantis, foris, ibos, huasas, fulanis y otras de Dahomey y Ghana.
2.- Costa de Guinea y Norte de Sudán, que incluían grupos musulmanes como los wolofs de Senegambia, los malinkes de Guinea y los mandingos de Sierra Leona.
3.- El Congo y Angola, área poblada por los bantúes.

Los africanos y africanas llegaron a América sin más herramientas que sus manos y la memoria. Fabricaron instrumentos musicales de sus regiones de origen, interpretados casi en secreto, debido al temor ante la represión colonial. Con la danza y el canto ocurrió lo mismo, aunque este último contó con un lugar de expresión natural: el trabajo en las plantaciones.

La llegada de estas mujeres y hombres a las Antillas trajo como consecuencia un proceso de pérdida de su cultura originaria. El sistema esclavista buscaba desconectar y despojar de sus raíces a los africanos con el fin de explotar los recursos naturales de un territorio y para utilizarlos como fuerza de trabajo no calificada. Los europeos aislaron a los esclavos en zonas de trabajo pesado y forzado.

Los colonizadores al ver que sus esclavos africanos representaban una mayor rentabilidad gracias a su inusual resistencia física, procedieron a desalojar a los indígenas de sus tierras. Por esta razón la música del Caribe, en especial la cubana, debe su identidad a la fusión de raíces africanas y europeas, sin la presencia de aportes propios de los indígenas antillanos.

Los esclavos fueron destinados a lugares que parecían cárceles, los "Barracones" que eran bodegas idénticas a los corrales para animales, con la diferencia que en los barracones había cadenas y grilletes. Se les aisló para evitar revueltas. Se separó a quienes tenían un mismo origen.

01 septiembre 2005



MÚSICA BRASILEÑA: DIVERSIDAD Y MESTIZAJE

Por Mario Osava

La música brasileña se convirtió en un producto de exportación y de construcción de la imagen internacional del país, pero aún es poco conocida en su diversidad e historia y en lo que representa para la identidad nacional.

Para divulgar estas y otras dimensiones se incorporó al conjunto de celebraciones del "Año de Brasil en Francia" una muestra multimedia, de fotografías, canciones históricas, tapas de discos, documentos, objetos y videos, que despertó gran atención en París, del 16 de marzo a 26 de junio. La exposición, bautizada "Musique Populaire Brésilienne", se repite ahora en Río de Janeiro, del 29 de agosto al 13 de noviembre, reducida por la exclusión de documentos poco relevantes para el público nacional y con nuevo título, "Raíces Musicales de Brasil". La muestra, organizada por el museo francés Cité de la Musique, busca principalmente destacar el "mestizaje", la fusión que caracteriza tanto a la población como a la música de Brasil, según Dominique Dreyfus, curadora de la muestra. La colonización portuguesa, acrecentada con muchos inmigrantes de otros países europeos, y la numerosa población negra descendiente de los esclavos traídos de África constituyen los mayores aportes, con una contribución "marginal" de los indígenas, señala el texto sobre los tres orígenes de la música brasileña.

Dividida en siete secciones, la exposición se organiza pedagógicamente y de forma cronológica, indicando los principales movimientos que revelan la diversidad de géneros, estilos y ritmos que fueron surgiendo o haciéndose conocidos en el país. Samba y bossa nova, los géneros más conocidos en el mundo, ganaron mayor espacio, pero se destacan también el baiao y otros ritmos del nordeste brasileño, donde Dreyfus vivió buena parte de su infancia. Periodista y cineasta dedicada a documentales, la curadora es francesa pero vivió entre los dos y los 14 años en Brasil, país que sigue visitando con frecuencia. Se hizo experta en historia de la música brasileña y escribió biografías de Baden Powell, famoso guitarrista y compositor que vivió sus últimas décadas en Francia, y de Luiz Gonzaga, el "Rei del baiao". Los géneros musicales brasileños tuvieron orígenes locales, en medios sociales bien definidos, antes de ganar difusión nacional a través del teatro, la radio, el cine, el disco y finalmente la televisión, observa uno de los textos de la muestra. Es así que el choro (llanto, literalmente) nació en la pequeña clase media de Río de Janeiro en fines del siglo XIX, como una forma local de interpretar géneros europeos como la polca o la mazurka, con alguna influencia negra. El baiao vino del medio rural del nordeste, expandiéndose por el éxito de Luiz Gonzaga y la gran migración de los "nordestinos" a todas partes de Brasil.

En el exterior, la música brasileña se hizo conocida inicialmente por Carmen Miranda, quien emigró a Estados Unidos en 1939 con sus sambas y marchas de carnaval ilustradas por su modo sensual de bailar, con ropas extravagantes ornamentadas de bananos y ananás. Construyó así un estereotipo solo superado con el éxito internacional, desde Estados Unidos hasta Japón, de la bossa nova, género que funde samba y jazz con una sofisticación, especialmente en armonías, que refleja un país en proceso de industrialización y la ampliación acelerada de una clase media urbana. Creado a fines de los años 50, cuando Brasil vivía la euforia de la implantación de la industria automovilística y la construcción de Brasilia, la bossa nova que cantaba los placeres de la playa, la "garota (muchacha) de Ipanema" y un futuro prometedor, vio su ingenuidad abatida por la dictadura militar instalada en 1964, que dividió a la clase media. Parte de la música popular representó entonces un instrumento de resistencia al régimen autoritario, mientras aparecieron nuevos movimientos, como el tropicalismo que a fines de los años 60 rescató ideas del movimiento artístico modernista de 1922. La antropofagia fue una explicación dada por el modernismo para el carácter de la cultura brasileña, su capacidad de absorber cualquier aporte extranjero deglutiéndolo, en procesos de fusión y creación de nuevas manifestaciones. Eso explica la riqueza, la diversidad y la resistencia de la cultura y las artes nacionales.

El tropicalismo, encabezado por los compositores y cantantes Caetano Veloso y Gilberto Gil, así como el axé, surgido en los años 80 en el estado de Bahía, y el mangue beat, de la década pasada en Pernambuco, completan la muestra idealizada por Dreyfus, apuntando al nordeste como origen de los más recientes movimientos musicales brasileños.

La muestra responde a una natural curiosidad ante el éxito internacional de la música brasileña, que fomenta la exportación de muchos músicos, además de canciones y espectáculos. Es sorprendente la cantidad de cantantes e instrumentistas brasileños que hacen carrera en el exterior, pero son desconocidos en Brasil